Muchos animales pueden contarse lo que sienten y quieren.
Mientras los animales que viven en familia se mueven, yacen o caminan próximos a sus hermanos, nunca quitan la mirada del rostro de otro animal.
Mantienen los ojos, orejas y narices bien abiertos para detectar el más mínimo cambio de humor de un compañero y evitar ser sorprendidos por un ataque. Su boca esta bien preparada para morder por si necesita defenderse.
Tristes, contentos, asustados o enojados, las aves y reptiles solo pueden abrir y cerrar la boca como forma de expresarse. Los mamíferos más desarrollados, en cambio tienen músculos flexibles en la cabeza y hocicos móviles que les permiten crear una gran variedad de expresiones que responden a estados emocionales específicos.
Los lobos, perros, felinos y los monos, son capaces de transmitir una serie amplia de mensajes visuales.
Cuando un animal percibe algún sonido perturbador, tensa y eleva las orejas para captarlo y reconocerlo mejor.
Un animal alerta fija sus ojos en el movimiento que lo preocupa y los mantiene bien abiertos para ampliar su campo de visión. (En la imagen esta representado)
En situación de reposo, la boca del animal permanece cerrada con los labios relajados. Sus ojos entre cerrados reflejan tranquilidad.
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